En un mundo donde nos dejamos llevar por todo lo sensitivo, muchas veces en nuestro interior nos encontramos vacíos pensando que nada tiene sentido. Quizás estamos en un momento donde creemos que estamos solos, o nos podemos sentir angustiados, tristes, desanimados… Tal vez la vida exterior se nos presenta, de acuerdo con nuestras perspectivas, pero hay algo que todavía no nos termina de llenar del todo.
¡Es el momento de encontrarte con Cristo Eucaristía, que te espera en el Sagrario para entablar una relación de intimidad personal, contigo ¡No eres tú, sino Él quien te espera y te busca para llenarte de Su Amor incondicional, para que te dejes amar por Él y por su Madre y Madre tuya, María Reina de la Paz!
¡Ven y adórale! Experimentarás en tu corazón la acción de Su Santo Espíritu que te espera para que puedas descansar en Su Sagrado Corazón de la mano de María y tu corazón redundará en acción de gracias y alabanza que brotará de lo profundo de tu ser. Sentirás la fuerza necesaria para ser su testigo y la alegría y la paz que saldrán de ti emanarán de tal manera que quien esté a tu lado sentirán que Su Presencia Santa algo ha cambiado dentro de ti porque en tu interior algo te ha transformado para bien. Juan, 4, 23: “Pero la hora viene, y ahora es cuando los verdaderos adoradores adorarán en espíritu y verdad porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren”.
También Jesús necesita que le entregues tu amor pobre. ¡Necesita de ti, aunque te sientas indigno y el mayor de los pecadores! Necesita que repares, que consueles a los Sagrados Corazones de Jesús y de María por todas nuestras indiferencias e ingratitudes pese haber dado Su Vida por tus pecados, los míos y los de la humanidad entera. Les consuelas cuando escuchas y entras en Su Voluntad, cuando le dejas ser Dios en tu vida. Les consuelas cuando ofreces Su Pasión y Sus Dolores al Padre Celestial y crees, adoras y amas por los que no creen, no adoran y no aman. Reparas cuando intercedes y oras por aquellos que no conocen Su Amor, que están alejados, que no pueden llevar el sufrimiento y a veces se desesperan porque entienden la religión como moral… ¡Entonces experimentarás el Poder de la Oración y serás plenamente feliz permaneciendo unido en Sus Sagrados Corazones a Tu Santa Madre Iglesia, que Jesús ha creado para ti, y a la que amarás incondicionalmente en el Amor de Dios ¡Como Jesús ama a Su Esposa!
NO TENGAS MIEDO, SOLO ENTREGA TU CORAZÓN Y DILE AL SEÑOR: “HÁGASE EN MÍ”.
Si quieres unirte a nosotros te esperamos los viernes de 19:30 a 20:30.
¡VEN Y ADÓRALE! DIOS TE AMA Y TE ESPERA EN EL SAGRARIO.
Imagen de Rory McHarg. Encuadre. Licencia: CC BY-NC 2.0.